La Asamblea General de la ONU debatirá próximamente la renovación del mandato del Foro de la Gobernanza de Internet (FGI), que tiene su origen en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (CMSI) celebrada, tras un largo proceso preparatorio de siete años, en dos fases, Ginebra en 2003 y Túnez en 2005. Hay que destacar que el País Vasco también tuvo una participación activa en este proceso: impulsó la creación de la red internacional de autoridades locales IT4ALL en 2003 y organizó la Segunda Cumbre Mundial de Ciudades y Autoridades Locales sobre la Sociedad de la Información, en Bilbao en noviembre de 2005.

La CMSI se convocó para debatir cómo reducir la desigualdad en acceso y uso de Internet y superar la brecha digital global. Sin embargo, las discusiones se centraron en cómo debía regirse Internet y en la crítica al control que Estados Unidos ejercía sobre el sistema de nombres de dominio. Con el objeto de solventar esta controversia se creó el Grupo de Trabajo sobre Gobernanza de Internet con la misión de definir las líneas maestras del gobierno de la Red. El informe del Grupo planteó una idea innovadora, frente a la controversia sobre quién debía liderar Internet -gobiernos o sector privado-, propuso fomentar la comunicación entre los diferentes grupos implicados como base de dicha regulación, es decir, la creación de una plataforma abierta para el diálogo político. De esta forma nació el Foro.

El FGI presenta algunas características innovadoras que le diferencian de otras reuniones de Naciones Unidas. Las reuniones de la ONU son principalmente de carácter intergubernamental, hay un orden para la intervención de los representantes de los gobiernos y generalmente se hace desde un estrado. En el FGI no se da ese orden preestablecido en las intervenciones y todos participan en pie de igualdad. Si un representante de la sociedad civil levanta la mano antes que un representante de un gobierno, interviene antes. Esto es así porque se supone que todos tienen las mismas oportunidades a la hora de expresar sus puntos de vista y porque el propósito del Foro es fomentar el debate entre los diferentes grupos. Otra peculiaridad importante del FGI es que no tiene la obligación de presentar una declaración o documento final previamente consensuado. Es precisamente esta falta de obligación la que ha permitido tener un diálogo político constructivo entre empresas, organizaciones internacionales, sociedad civil y gobiernos. El propósito del Foro no es la toma de decisiones sino ofrecer orientación política sobre cuestiones concretas de la gobernanza de Internet.

En septiembre se celebró en Vilnius, Lituania, la quinta reunión del FGI bajo el lema ´Construir juntos el futuro´. Asistieron alrededor de 1.500 personas de 107 países y unas 2.000 personas en todo el mundo siguieron los debates y talleres por Internet. Se han debatido cuestiones como la neutralidad de Red, la computación en nube, redes sociales, el equilibrio entre seguridad y derechos en el contexto de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), la gobernanza de Internet para el desarrollo, el fomento del acceso y la promoción de la diversidad lingüística y cultural para hacer de Internet una herramienta más incluyente.

Aunque aún es pronto para hacer una evaluación en profundidad del impacto del Foro, se pueden extraer algunas conclusiones interesantes. La primera de ellas es que ha conseguido restar la carga ideológica que condicionó el debate suscitado en la Cumbre Mundial. Aunque dicha reivindicación continúa, el FGI ha abordado la cuestión desde una perspectiva más pragmática y operacional gracias a la incorporación de los puntos de vista del sector privado y de la sociedad civil, sensiblemente diferentes al enfoque de los gobiernos. También ha ayudado no tener que buscar el consenso sobre un texto concreto. Los participantes han conseguido un nivel de interlocución más constructivo a la hora de abordar cuestiones en las que se sabe de antemano que hay puntos de vista divergentes. Así, las discusiones del Foro han ganado en madurez y confianza entre las partes.

El mecanismo del FGI ha tenido además un efecto multiplicador. En los últimos años se han creado foros en varios países y regiones en los que se abordan los temas de Internet desde perspectivas centradas en necesidades locales y regionales. Durante los próximos años asistiremos a la proliferación de estos foros. En este momento la renovación del mandato del Foro depende de la resolución que adopte la Asamblea General de Naciones Unidas. Aunque casi la totalidad de los participantes ha defendido la continuidad del FGI y el sentir general es que su mandato debe ser renovado, no está claro en qué términos se hará.

Existen intereses de algunos gobiernos para que el FGI esté sometido a los procedimientos de la ONU y a un mayor control intergubernamental lo que podría influir sobre su carácter abierto y participativo. El reciente anuncio del coordinador ejecutivo, Markus Kummer, de no continuar en su cargo un segundo mandato, genera no pocas incertidumbres.

Con todo, uno de los desafíos más importantes que encara el FGI para el futuro es hacer más visible su trabajo ante la comunidad de Internet y ante la sociedad internacional.

Fuente: El Correo