La cuarta edición del Smart Cities Study 2021 elaborado por la Comunidad de Práctica de Ciudades Digitales de CGLU, se ha centrado en la resiliencia de las ciudades y, especialmente, en analizar cómo la pandemia de la Covid-19 ha inducido a las ciudades a adoptar medidas “Smart” para luchar contra los efectos negativos que la pandemia ha generado y que han contribuido a la mejora de su resiliencia.

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El estudio tiene como objetivo conocer la situación previa a la pandemia de las ciudades, identificando su nivel de digitalización y los recursos y herramientas “Smart” con los que contaba. Analiza qué impacto tuvo la pandemia en los distintos ámbitos de gobernanza local y qué nuevas medidas o herramientas “Smart” se utilizaron para combatir las consecuencias negativas que se generaron. Por último, el estudio constata en qué grado este tipo de actuaciones han servido para aumentar la resiliencia de las ciudades, y hacer una valoración sobre la utilidad de las nuevas medidas y herramientas para combatir crisis futuras.

En el estudio han participado 35 ciudades de 20 países de Europa, América Latina, África y Asia.

Este estudio se centra en las siguientes 6 ámbitos, donde se entiende que la adopción de herramientas digitales ha sido un componente clave para dar una respuesta efectiva al impacto de la pandemia y ha servido para aumentar la resiliencia en el escenario post-pandémico que se nos presenta.

  • Movilidad y transporte
  • Servicios públicos
  • Operaciones institucionales
  • Relaciones con la ciudadanía y participación ciudadana
  • Economía
  • Educación y formación

El Estudio nos permite conocer como todos los ámbitos de gobernanza han sufrido un impacto medio, alto o muy alto debido a la pandemia de la COVID-19, destacando claramente por encima del resto el área de la economía. El uso de herramientas Smart ha estado presente en todos los ámbitos de  gobernanza. Además, según las ciudades participantes, en general el haber contado previamente con recursos y herramientas Smart permitió responder a la pandemia con mayor efectividad y eficiencia.

El conjunto de nuevas medidas adoptadas por las ciudades ha servido para combatir el impacto negativo de la COVID-19 en todos los ámbitos de la gobernanza, aunque con grandes variaciones entre unas áreas y otras.

Entre las áreas en las que mejor se ha combatido el impacto destaca para bien el impacto de las nuevas medidas en la protección de los Servicios públicos y de la Educación y formación. Por otro lado, algunas ciudades dudan del impacto que medidas enfocadas a la coordinación con instituciones y al ámbito económico han podido tener para paliar los efectos de la COVID-19.

En cualquier caso, existen numerosas herramientas y buenas prácticas en cada uno de los ámbitos de gobernanza de las Smart Cities. Las ciudades han utilizado un abanico de nuevas herramientas, y el uso de varias de ellas no tiene por qué desaparecer tras la recuperación post-pandémica.

La utilización de datos ha sido igualmente transversal a la hora de tomar decisiones, y se espera que los debates sobre las formas éticas de utilizar datos personales sigan desarrollándose.

El proceso de transformación en Smart City es considerado como una herramienta fundamental para adquirir resiliencia frente a crisis futuras. Este proceso deberá tener en cuenta a toda la ciudadanía, tratando de evitar que la transformación digital de las políticas públicas las haga inaccesibles para partes vulnerables de la ciudadanía de las ciudades, en particular, y de la sociedad, en general.

Este proceso deberá tener en cuenta los derechos digitales,  que son vitales para una recuperación de la COVID-19 que sea inclusiva y resiliente, y deben formar parte también de la renovación del contrato social en el Pacto para el Futuro que CGLU busca establecer para las personas, el planeta y los gobiernos.

Las ciudades participantes en el estudio consideran que las medidas adoptadas, en general, han servido para mejorar mucho o bastante la resiliencia de los distintos ámbitos de gobernanza, lo que refuerza también la voluntad para llevar a cabo transformaciones profundas por su utilidad ante escenarios futuros.